Tomates que saben a tomate (si lo recuerdas)... en el balcón

Banco de semillas en el Matadero de Madrid

No sé vosotros, pero yo estoy harto de comer tomates que podrían ser parte de un bodegón en medio de la mesa camilla de la casa que la tía Herminda dejó abandonada en el pueblo hace años. Sí, de esos de plástico sobre mantel de ganchillo. Contradictoriamente, a esa misma casa llegaban por entonces frutas y hortalizas bien jugosas que chorreaban al mínimo mordisco.

Seguro que te has preguntado como yo, si recuerdas esos sabores, qué ha pasado con las semillas que antes nos excitaban el paladar y que ahora nos dejan, cuanto menos, indiferentes.

Por eso, para abrir boca y blog voy a hablaros de algo que une dos de mi pasiones: ecología y gratuidad. Si eres de los que se indigna al ver los precios de los productos hortofrutícolas sobre todo sabiendo que va a saberte más a porexpán que a lo que en teoría estás comprando, eres de los míos. Prepara el escardillo y demás herramienta campestre porque no vas a tener excusa aunque vivas en un piso de 30 metros cuadrados o lo más rural que tengas cerca sea al burro de tu vecino. Es más, eres justo el perfil para quien va dirigido este post.

Los HUERTOS URBANOS pueden sonar a tendencia, moda o a nuevo producto comercial para "hipsters", pero os aseguro que la única realidad es que poco a poco todo lo que comentaba antes empieza a rechinar y la gente busca alternativas y se une para conseguir productos de calidad y ecológicos y un ahorro considerable en la compra. Este podría ser el principal objetivo, pero hay más. También son puntos de encuentro para personas que quieren compartir experiencias y tomarlos como base de concienciación para estilos de vida sostenibles de cara a colectivos como jóvenes que no han tenido la oportunidad de conocer una lechuga de verdad, con sus bichos y barro incluidos (ahora parece que pasan por la "pelu" antes de llegar al súper).

Da igual en qué grupo de los anteriores te encuentres. En esta web tienes huertos de todo tipo, tamaños y colores. Desde el autoconsumo al aprendizaje, pasando por la parte educativa. Como ejemplos, dos que podrían ser antagónicos en cuanto a su gestión: el huerto del Parque del Retiro (sí, no sólo puedes llevar a tu churri a dar un paseo en barquito, también podéis doblar el lomo para cultivar vuestro amor) que está en manos del Ayuntamiento de Madrid y el huerto de Antonio Grilo, que se encuentra en el solar del Patio Maravillas, en la calle Pez, y responde al trabajo de un colectivo abierto y autogestionado que reinvidica los espacios urbanos como dotaciones que aporten beneficios a la comunidad. Pues estos son sólo miguitas de lo que podrás encontrar en esa web porque tienes opciones para dar, tomar y elegir cuál es el más compatible con tus inquietudes si estás en Madrid. Por cierto, puestos a ponerlo fácil, tienen un mapa completísimo que te los sitúa todos junto a su información específica.

Vale, no eres de Madrid y empiezas a saltarte líneas mientras lees esto... Pues vuelve a centrarte porque aquí te dejo otras dos ciudades: para los que piensan que en Barcelona sólo hay modernura sin contener y para los que viváis o visitéis las islas afortunadas, en Las Palmas de Gran Canaria

No voy a ser yo quien diga que estos huertos los podemos trasladar "modo maqueta" a nuestras casas (pues al final lo he dicho), pero sin los conocimientos que puedes adquirir en estos grupos no esperes que te crezca ni mala hierba... Sí, están los tutoriales en youtube, pero nada mejor que compartir en persona! ;)

Vamos a por las semillas. Generalmente (y es un dato que a mí me dejó patidifuso) cualquier fruta/hortaliza que compramos en los supermercados tiene su origen en semillas cuya patente está en manos de multinacionales, incluyendo en el lote semillero su manipulación genética y otras técnicas para que crezcan casi sin mirarlas. Sin contar el monopolio comercial que en sus manos estén supone...

No voy a valorar este hecho, simplemente os voy a aportar una iniciativa que a mí me gusta especialmente y que se desarrolla en el Matadero de Madrid. Allí se encuentra gente como nosotros (y con más conocimiento también, jeje) los primeros jueves de cada mes, de 6 a 8 de la tarde, para intercambiar propuestas con base ecológica y sostenible.  El objetivo es la descentralización del control de la semilla y una manera de poner en cuestión los modelos de gestión de los que formamos parte. 

Para conseguir esto, toda la semilla que se extraiga de este banco debe ser utilizada para producir nuevas hornadas de semillas que a la vez sean intercambiadas con otras personas o entidades. Vamos, un trueque en toda regla, pero vegetal! Existe un coordinador que se encarga de registrar todas las entradas y salidas otorgando un código para facilitar el seguimiento. Luego hay una serie de condiciones que deben reunir las semillas aportadas, pero lo mejor es preguntar directamente a través de los correos info@intermediae.es o bancodesemillas@ecosecha.es o visitando este blog. 

Espero haberos llevado al huerto! ;)

PD: Aquí os dejo también el podcast donde lo contamos con humor por si te da pereza leer... Minuto 4:40